miércoles, 31 de agosto de 2011

ESTUDIOS DE TIEMPOS Y MOVIMIENTOS






Para Taylor y sus seguidores, el instrumento básico para racionalizar el trabajo de los obreros era el estudio de tiempos y movimientos (motion-time study). Por ello, comprobó que el trabajo puede efectuarse mejor y más económicamente mediante el análisis del trabajo, esto es, de la división y subdivisión de todos los movimientos necesarios para la ejecución de cada operación de una tarea. Observando metódica y pacientemente la ejecución de cada operación a cargo de los obreros, Taylor vio la posibilidad de descomponer cada tarea y cada operación de la misma en una serie ordenada de movimientos simples. Los movimientos inútiles eran eliminados, mientras que los útiles eran simplificados, racionalizados o fusionados con otros movimientos, para proporcionar economía de tiempo y de esfuerzo al obrero. A ese análisis del trabajo, seguía el estudio de tiempos y movimientos, es decir, la determinación mediante la utilización del cronómetro del tiempo promedio en que un obrero común ejecutaría la tarea. A ese tiempo promedio se adicionaban otros tiempos básicos y muertos (esperas, tiempos destinados a la salida del obrero de la línea para sus necesidades personales, etc.), para obtener el llamado tiempo estándar. Con esto se estandarizaba el método de trabajo y el tiempo destinado a su ejecución. Método es la manera de hacer alguna cosa para obtener un determinado resultado. El estudio de tiempos y movimientos, además de permitir la racionalización de los métodos de trabajo del obrero y la fijación de los tiempos estándares para la ejecución de las operaciones y tareas, trajo otras ventajas:
1. Eliminar los movimientos inútiles y sustituirlos por otros más eficaces;
2. Volver más racional la selección y entrenamiento del personal;
3. Mejorar la eficiencia del obrero y, en consecuencia, el rendimiento de la producción;
4. Distribuir uniformemente el trabajo para que no haya periodos de falta o de exceso de trabajo;
5. Tener una base uniforme de salarios equitativos por aumento de la producción;
6. Calcular, con más precisión, el costo unitario y, por consiguiente, el precio de venta de los productos.
Los objetivos de Taylor eran más o menos los siguientes:
1. Eliminación de todo desperdicio de esfuerzo humano;
2. Adaptación de los obreros a la propia tarea;
3. Entrenamiento de los obreros para que respondan a las exigencias de sus respectivos trabajos;
4. Mayor especialización de las actividades;
5. Establecimiento de normas bien detalladas de comportamiento en el trabajo

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